Este blog está discontinuado

Hola. Este blog ya no se actualiza. Pero me pareció bien que todo este material siguiera estando ahí. Por si alguna vez alguien quiere leerlo, y por contribuir a la basura informática.
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6.4.09

El cafelismo institucional

Si no recuerdas quien era Juan Guerra, te envidio por tu juventud. Era un señor con poco pelo y mucha barba, que se parecía al doctor Bacterio, que además era hermano del vicepresidente del gobierno, Alfonso Guerra. Juan pasó a la historia de la política por darle la puntilla a la carrera política de su brother, cuando se descubrió que se había montado un despacho en un edificio de la administración para atender al clientelismo que, dicen, proliferaba en la Sevilla de la época. O sea, un profesional del quehaydelomío y del usténosabeconquienestahablando.
Nosotros [la empresa en la que trabajo] no somos de subvenciones ni ayudas, y así nos ahorramos en berrinches y enjuague bucal.
Pero eso no quiere decir que no me interese el tema. De un tiempo a esta parte he visto que el clientelismo se está convirtiendo en un modus justificandi de algunos departamentos. Y concretamente, no me pregunten por qué, en tratándose de diseño, más. Tú vas a presentar tu proyecto a quien se supone que maneja las donaciones/dotaciones para la promoción del diseño. Antes te decían que no; o incluso que sí, te daban la pastilla y a otra cosa. Ahora no te subvencionan, te mandan de excursión. Me explico: no consta que apoyen económicamente nada, lo que hacen es alabar mucho tu idea, decir que están interesadísimos, y que te van a "abrir las puertas" de otros departamentos y ministerios para que vayas a ver si ellos te subvencionan. Como si las puertas de la administración no tuvieran ya que estar abiertas a los ciudadanos por definición... pues no. Hay que llevar padrino, sólo que ahora el padrino es departamental y lo pagamos todos. Juanguerrismo en estado puro, pero institucionalizado y completamente legal.
Lo peor es que en estos tiempos que corren los presupuestos se han reducido, pero sus estructuras permanecen intactas, ni limitan sus gastos ni prescinden de personal, ni de espacio... Quiere decir que todo el recorte se hace en fondos de dotación externa, o lo que es lo mismo, que no hay un duro que no sea para sí mismos.
Sospecho que van a ser tiempos de muchos paseos para algunos, quizá unas kelifinder no les vendrían mal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas Álvaro...

Lo del Juanguerrismo, tristemente, parece estar bastante arraigado en nuestro país... Y en diferentes ámbitos y niveles.

Volviendo a un tema que se que te enciende (la SGAE) ¿qué me dices de esto?

¿Es creible? ¿Es posible? ¿Seguirán repartiéndose nuestros impuestos entre cuatro amiguetes?

En fin...

Felicidades por el blog. Hay puntos de vista muy interesantes (como el del post de Haciendo Amigos).

Se agradece que alguien diga las cosas tan claro, lejos del "snobismo, el valor de mercado y el glamour" que la gente supone cosustancial al diseño.

Un saludo y aseguir bien.

Alvaro dijo...

Hola, Marcos.

Pues ya ves, tan pronto leemos noticias como la que mencionas, como ponen a la industria a dirigir el ministerio. La política cultural es tan errática que ya nada sorprende...

Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.