Este blog está discontinuado

Hola. Este blog ya no se actualiza. Pero me pareció bien que todo este material siguiera estando ahí. Por si alguna vez alguien quiere leerlo, y por contribuir a la basura informática.
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26.9.08

Design Thinks, by Raquel Pelta

Por fin Raquel se ha animado y tiene su blog. Se llama Design Thinks y lo define como Blog sobre jóvenes diseñadores, recursos de historia y teoría del diseño y todo lo que tenga que ver con esta profesión y disciplina [...] orientado a la promoción de mis alumnos y de otros jóvenes diseñadores. No me extraña que sus alumnos y exalumnos la valoren tanto.
Como es ella, prescinde de lo conciso que se supone que es escribir para la pantalla, y lo hace largo y extendido, y eso me gusta.
Tras su paso por la casa italiana en Madrid, ha vuelto a Barcelona. Me alegro por ella, que sé que es lo que estaba deseando. Aunque aquí nos quedamos un poquito huérfanos.






CODIG, ¿torpeza o delito?


Hubo una época en que un grupo de mediocres diseñadores quisieron alcanzar el control de esta profesión promoviendo un Colegio de obligado cumplimiento. La Generalitat les concedió finalmente su colegio, pero con buen criterio decidió que fuera voluntario, o lo que es lo mismo, innecesario e inoperante, una anécdota en la estructura profesional del diseño. La historia del CODIG, la asociación previa al Colegio, está llena de claroscuros, algún día se sabrá cómo funcionaba aquella Expocodig, s.l., una sociedad limitada participada por los miembros de la junta directiva que “facturaba” las actividades de la asociación, que como tal no podía tener beneficios. Pero eso es otra historia.
Han pasado cinco años desde la constitución del colegio. Actualmente hay alrededor de 275 colegiados, en una actividad que se cifra en varios miles de profesionales en Catalunya. El colegio es en realidad un chiringuito, un grupo de amiguetes, y con ello proyecta una imagen pobre e irrelevante del colectivo. Pese a disfrutar de una posición manifiestamente dominante, no ha podido siquiera acercarse a las cifras de miembros de las asociaciones catalanas de diseñadores, que han demostrado un poder de convocatoria, una presencia en la sociedad y una eficacia y capacidad de generar actividad infinitamente mayor. La constitución del colegio ha supuesto un estrepitoso fracaso, que cuestiona por un lado la capacidad de sus gestores –y ahora su honestidad–, y confirma por otro que el diseño no precisa ni desea estructurarse dentro de una organización colegial que no aporta ningún beneficio que no estuviera ya en las asociaciones.

La creación del Colegio suponía un proceso de homologación para aquellos profesionales que no teniendo los títulos académicos requeridos, demostraran su actividad profesional en el tiempo y solicitaran la colegiación. El Parlament de Catalunya en el redactado de la ley fijaba un plazo de cinco años para este proceso. Ha pasado este plazo, y es un hecho constatable que los profesionales en su mayoría han decidido no acogerse a esa posibilidad. Hay que señalar que estamos hablando de un plazo regulado por ley en el Parlament de Catalunya (DOGC núm.3914 – 30/06/2003, pág. 13024. Ley 11/2003), no se trata de un reglamento interno, ni siquiera estatutario, sino de la Ley.



Imagen de la web del colegio, tomada los primeros días de septiembre. En ella se invita a presentar la solicitud de colegiación, fechándola el 1 de julio.
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El Colegio, que ha de velar por la transparencia y las buenas prácticas en el sector, en su alocada carrera por minimizar su absoluta falta de representación, ha ampliado unilateralmente ese plazo. Para ello, no pudiendo hacerlo de otro modo, invita en su web a presentar la solicitud de colegiación “falseando” la fecha. Nos quedamos atónitos cuando lo vimos; aunque entendemos lo desesperado de su situación, pues con el plazo expira también la posibilidad de que el grueso de la profesión, los diseñadores emblemáticos y más representativos lleguen a colegiarse nunca, a pesar de ello, no podíamos creer que la desfachatez llegara hasta ese punto. Esta práctica constituye una irregularidad de enormes proporciones, que derivaría muy posiblemente en consecuencias legales para los solicitantes y para el propio colegio, si alguien lo denunciara. Un colegio invitando a la falsedad en documento a los profesionales para así burlar la ley, nos parece que esto es la gota que colma el vaso. Aunque nunca hemos defendido la colegiación ni creído en ella, quienes han cumplido con los requisitos y los plazos no merecen que la legalidad de su condición de colegiados quede ahora en entredicho. Cuando el comité homologador se reúna, ¿cómo sabrá cuáles entre las solicitudes que le sean presentadas lo son de acuerdo a la ley, y cuáles han sido falseadas para burlarla?.

Esta profesión no se merece esto. El sentido común exige la dimisión inmediata de la junta directiva. Deberán ser los colegiados quienes se replanteen el rumbo y el proceder futuro de este organismo. Por nuestra parte, lo tenemos muy claro: la profesión ya ha demostrado que no quiere un colegio que le represente. Con esto ha quedado demostrado que los pocos que lo pretendieron, incluso tratando de imponer la obligatoriedad al resto de diseñadores, no han sido capaces de llevarlo adelante con un mínimo de dignidad y ética. Lo que se impone es su disolución. Aunque esa es, insistimos, una decisión que compete a los colegiados. Pero afecta muy gravemente a la imagen de todo el diseño.

(Editorial publicado en la revista VISUAL, nº 134).

23.9.08




In Pectore


Hay historias que resurgen de sus cenizas. Hace lo menos cuatro años preparamos Alex Morcillo y yo una exposición de camisetas, coincidiendo con el primer congreso de Tipografía en Valencia. No hubo dinero para hacer un libro, y quedó ahí. Poco a poco lo hemos ido preparando en el estudio, dándole vueltas, a sabiendas de que posiblemente nunca se llegaría a editar. Pero por fin es real. La portada es una minicamiseta de esas que cuelgan de los retrovisores de los coches, con ilustración de Sean Mackaoui. lleva textos del propio Morcillo, Emilio Gil de TAU, Javier González Solas, Manuel López Parras, y Jacobo Pérez-Enciso. Un lujazo tenerlos ahí. Se trata de un recorrido retrospectivo sobre el diseño de camisetas de los últimos veinticinco años. En la edición del libro ha colaborado ArjoWiggins.

Una más de carteles de fiestas: ha sido en Logroño. Otro plagio, y esta vez por Icono Gráfico, un estudio local establecido, ni aficionados ni estudiantes. Lo de los concursos de carteles es una sangría, cada vez se convocan más y con menos criterio.
Apropiación indebida

Tengo un amigo publicitario, el pingüi, a quien seguro que conoces por lo bien que escribe (canciones). Hace tiempo leí un artículo suyo en la revista Brand Life. De lo mejor, guardé el recorte y hoy, ordenando papeles, ha aparecido. En él habla de anuncios, pero todo lo que dice es perfectamente válido para el diseño y los diseñadores. Hay que desdramatizar lo que hacemos, valorarlo en su justa medida.
Como no encuentro un enlace al artículo, y me parece imprescindible, me lo tecleo entero, como auto-castigo, por vanidoso y por pensar que lo que hago es importante.
Espero que no se moleste por la apropiación indebida, al fin y al cabo, si como músico tiene sus canciones para que te las descargues bytheface, quiero pensar que como filósofo es también generoso y no le ha de molestar. Ahí va:

¿Por qué nadie los llama anuncios? Por José Luis Moro

Hace unos días leía un reportaje sobre la película que ha hecho Scorsese con los Rolling Stone. En un momento dado de la entrevista, el director comentaba que la última vez que había estado en Madrid había sido para promocionar "la cachondada esa de Freixenet". ¡La cachondada!, así lo decía literalmente. Nosotros hablando de excelencia creativa y el bueno de Martin lo llama cachondada. Es una buena cura de humildad. Le podemos dar a Freixenet todos los premios del mundo, pero Scorsese seguirá pensando que una cosa es hacer cine y otra muy distinta hacer anuncios.
Anuncios, porque eso es lo que hacemos. Aunque a veces parece que nos da vergüenza llamarlos así. Le cuentas a tus amigos: he estado en Buenos Aires, rodando una película. ¿Una película? ¡Cómo mola! ¿y de qué va? Bueeeeno, pues es un señor que sale, mira a cámara y dice: yo sólo le doy a mi gato lo mejor, por eso elijo un alimento rico en proteínas y minerales. Ah, sí, creo que he visto esa película. Me gustó más el libro. Y es que para el común de los mortales, eso no es una película, es, en todo caso, una cachondada.
Pero a nosotros nos sigue dando no se qué pronunciar la palabra anuncio. Llegan los festivales y contamos: mañana me voy a Cannes, que presento unas piezas. ¿Piezas? ¿A qué vas, a una convención de Lego? Resulta un poco ridículo.
Y todavía es más pintoresco cuando quienes se niegan a usar el término tabú son personas externas a la publicidad. Carlos Herrera siempre dice en su programa de radio: Ahora les dejo con unos consejos. ¿Consejos? Yo no aconsejo nada a nadie. Un consejo es algo mucho más racional y desapegado que un anuncio.
Recuperemos la palabra anuncio. Y con ella el orgullo de vender. Compresas con alas, pegamento para dentadura postiza o coleccionables de casitas de muñecas andaluzas. Algunos consagran su vida a la caridad. Otros a la ciencia. Bien, pues para nosotros, son los anuncios. Una cosa mucho más difícil que hacer películas, piezas o consejos.


16.9.08

Diseños para olvidar (IV)

...todos los pijos tomamos café

[publicado originariamente en soitu.es, el martes 16 de septiembre]. Yo también soy víctima del fenómeno Nespresso. Posiblemente se estudiará en el futuro en las escuelas de negocio: Cada cápsula lleva cinco gramos de café, y cuesta 30 céntimos aproximadamente. O lo que es lo mismo, la audacia del marketing para vender café molido a 60 euros el kilo. [seguir leyendo].

15.9.08

Nueva imagen de RTVE: ¿Acierto o despropósito?


[publicado originariamente en soitu.es, el lunes, 8 de septiembre]. La nueva imagen de Televisión lleva ya unos días funcionando. Ha generado miles de artículos y comentarios, a favor y en contra. Con un poco de perspectiva, puede hacerse ya un análisis reposado de los aspectos estructurales y técnicos del nuevo diseño. [seguir leyendo].

5.9.08

La hipocresía publicitaria de la Administración

[publicado originariamente en soitu.es, el domingo 31 de agosto]. La campaña del Ayuntamiento de Sevilla en contra de la prostitución ha levantado revuelo en los medios, como última culebrilla de agosto. Una vez más, la publicidad es utilizada por los gobernantes como arma arrojadiza para tapar una hipocresía social que no son capaces de abordar de otro modo. [seguir leyendo].

Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.