Hoy me encuentro con dos casos relacionados con las donaciones para la ayuda a Haití. Todas las iniciativas son poco, yo mismo debo haberlo dicho estos días. No dudo de las intenciones, pero...
El primer caso es una web sobre diseño que sigo, conozco al responsable y es un gran tipo. Ha propuesto a quienes seguimos su página que hagamos donaciones a través de Pay-pal, que a su vez él hará llegar a Cruz Roja. Pay-pal cobrará su parte, mientras que si lo hago directamente a través de mi banco –al que por supuesto ya tengo amenazado si se atreve a cobrar una comisión por este tipo de cosas–, el dinero llegará íntegro. No le veo la ventaja. Pero además, yo conozco al sujeto y pongo la mano en el fuego... ¿pero cuántos estarán haciendo lo mismo y quedándose con la pasta? Según los medios, unos cuantos...
El segundo caso es el de un blogger que invita a través de su muro a que se visite su página, y su "esponsor" donará una cantidad por cada click. Incluso aunque me fío de él... ¿me tengo que fiar del esponsor?. ¿no es un poco chusca esa solidaridad condicionada?. ¿es justo que se nos ponga en la tesitura de clicar, a sabiendas de que puede ser un tío forrandose a costa de nuestras buenas intenciones, o no clicar, y por una sospecha negarle unos céntimos a una causa tan necesaria?. Claro, en la duda, clicamos y nos quedamos tranquilos, pero eso es lo que hace que a los "listos" el invento les esté funcionando de lujo...
No estoy dando por sentado nada, que nadie se dé por aludido, no estoy diciendo lo que hay que hacer y lo que no, porque no lo tengo claro... pero la contradicción la tengo, y me siento incómodo. Quería compartirlo con vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario