los lectores lo que quieren es leer

Hubo alguien, hace unos años, que pensó que la gente quería televisión interactiva. Y vendieron el aparato, y un mando con botones de colores... no duro ni un año. La gente, delante de la tele, lo que quiere es ver la tele.
También alguien pensó que las enciclopedias que queríamos tenían que tener sonido, vídeos, exceso de hipervínculos y contenidos asociados. Fue Microsoft (y algún otro) y sacó Encarta. Salió en todos los telediarios, era el no va más, la revolución del acceso al saber... y hoy lo que usamos es la wikipedia, espartana, fea... perfecta.
Intermitentemente desde hace décadas, alguien intenta triunfar con novelas en las que el lector "interactúa" pudiendo elegir la evolución y sobretodo el final de la trama. Nadie ha conseguido ahí ni un discreto éxito ni resultado relevante alguno.
Podríamos encontrar decenas de ejemplos más. Se oyen muchas cosas sobre el futuro del libro. Tenemos ya claro que estará en los artefactos que estamos viendo, o los que pronto vendrán, mejores. Pero no nos equivoquemos: para otras cosas, ya está el ordenador, el móvil, la tele, el cine, los emepetrés... en papel o en aparato, la gente quiere los libros para leer. Y eso no parece previsible que vaya a cambiar. La magia de la lectura es que sólo con palabras, podemos recrear en nuestra imaginación sonidos, ambientes, sensaciones, imágenes, acciones, texturas, olores... añadámosle todo eso a los libros y habremos matado la lectura.