
Desconcertado. De a poco voy recibiendo comunicaciones del próximo festival de San Sebastián. No me digan que no es inquietante: gráficas denostadas, incoherencias tipográficas, todo huele a rancio, es landismo publicitario en estado puro. Como alguien ha sugerido, es el ataque póstumo de CorelDraw... comentándolo con colegas en el rellano de la escalera, hay opiniones para todos los gustos. Desde quien está convencido de que forma parte de una estrategia y que estamos en el punto que ellos desean, hasta los que indignados piensan que no es sino fruto de la desidia, del cutrerío, de no buscar a alguien mínimamente capacitado para la comunicación –imperdonable sería, tratándose de lo que se trata–. No quiero pensar que lo que sucede se parezca siquiera a la segunda opción. No, seguro que no. Tiene que haber algo detrás, y este post sería entonces sólo la demostración palpable de que la estrategia es acertada. Eso espero.
Dejo aquí, aquí y aquí enlaces a los comentarios que las imágenes han suscitado. No tienen desperdicio.


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