Mercado editorial (conclusión): ¿donde está el futuro?
Podría pensarse que no queda un lugar para la esperanza, pero no es así. El futuro del libro pasa, necesariamente, por recuperarle los valores que le son únicos y dejar de intentar potenciarle los que le son comunes a cualquier otro tipo soporte de ocio y cultura. Eso, que ya está sucediendo, conseguirá que cada vez más editores y lectores encuentren en la calidad de la edición el punto de encuentro entre sus intereses. De momento, está sucediendo sobretodo en las ediciones no comerciales (libros de arte, catálogos de exposiciones, ediciones de museos y centros culturales...), un género que se nos antoja hoy un auténtico baluarte, aunque sea de la mano del despilfarro publico, ya que no es exagerado decir que por cada diez ediciones prescincibles y banales, una merece realmente la pena. Pero cada vez más, y puesto que la fórmula funciona, estamos viendo como se traslada esta proporción al mundo de las ediciones comerciales. Y mientras dure... lo que venga después, mejor no saberlo.
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