Hasta la identidad corporativa puede ser traicionera. Recibo una carta de la Bipresidenta del Ddi y de la Fudación de la Artesanía a que me refería en el post anterior, en la que se comunica el nombramiento de la nueva directora del Ddi. El Ddi tiene una nueva e inmejorable identidad corporativa, obra del impagable Eskenazi, en la que cada pieza comunicacional se encabeza con una sentencia relativa al diseño. En este caso, es la de J. Frascara, que reza "un diseñador se ocupa del bienestar de la gente". Deliciosa. Y suscrita por el Ddi, más aún. Empiezo a leer y el contraste es desolador: dice la carta que "contribuirá a que ddi se constituya como instrumento estratégico para el apoyo, implantación y difusión de las políticas de competitividad empresarial dirigidas a promover la innovación y el diseño entre las empresas".
Es de agradecer lo diáfano del argumento, por lo menos no se andan con paños calientes. ¿Cuál era hasta ahora, que supiéramos, la finalidad del Ddi? Todavía puede leerse en su web, aunque no por mucho tiempo, me temo: "Su objeto social contempla la realización de acciones de promoción y difusión del diseño y la innovación, y la sensibilización de las pequeñas y medianas empresas del valor estratégico de esos factores para incrementar su competitividad".
Es decir, hemos pasado de la promoción del diseño y la sensibilización de las empresas, a la competitividad empresarial donde el diseño es sólo un medio a exprimir y rentabilizar.
Más claro no pueden ponérnoslo. ¿y del diseño como cultura? De eso, mejor, vayamos olvidándonos. Apañaítos estamos.
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Hola. Este blog ya no se actualiza. Pero me pareció bien que todo este material siguiera estando ahí. Por si alguna vez alguien quiere leerlo, y por contribuir a la basura informática.
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12.1.07
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Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.
6 comentarios:
¿Impagable Eskenazi? Completamente de acuerdo: esa identidad no se puede pagar porque no serviría ni para que un alumno acabase el primer cuatrimestre de unos estudios primarios de diseño. Si hasta entre ellos se las meten dobladas, qué no harán con sus clientes... Hay que ser críticos con los amigos también. Si no, no vale.
es facil esto de echar por tierra el trabajo de los demás desde el anonimato. Mira, date una vuelta por http://www.m-eskenazi.com, donde están esos trabajos que tu no crees que pasen del primer cuatrimestre, muérete de envidia cochina, y después, nos dejas aqui un enlace a tu web, para que nos muramos nosotros de risa. Ya te vale.
¡Bueno, bueno! Qué mala baba, hombre... Que yo solo cuestiono este trabajo. Conozco perfectamente el trabajo de Eskenazi y soy consciente de su calidad y trayectoria. Pero lo del DDI no le hace ninguna justicia. Lo que yo no sabía era que no podía criticar sin ofrecer una alternativa. Si tu intención es sólo reirte de mis trabajos sin tener ni idea de quién soy, entonces no te mando ningún enlace. Y si no, tampoco.
yo creo que lo "impagable" de esa identidad es el contrabrief: si el ddi no tiene que vender nada, sino "promocionar, difundir y sensibilizar", emplear cada aplicación corporativa en ese empeño me parece muy audaz. Incluso aunque se comprometiera parcialmente con ello la finalidad última de la identidad visual (no creo que suceda, al contrario).Si después el discurso es incoherente, como el caso que mencionaba, es porque el rumbo está equivocado (el del ddi, no el de Mario y su identidad).
Salud,
Alvaro
Estoy de acuerdo, y en ese empeño dicho programa es ciertamente honesto. No obstante otras entidades de gestión o como quiera que se quieran denominar, porque ya no se sabe a que se dedican cada una, hacen uso de ese recurso. Por ejemplo, Dimad incorpora ese tipo de citas desde sus comienzos. Es en ese sentido en el que lanzo mi crítica (que reconozco que la enuncié con un sarcasmo desmedido en el primer comentario): no me parece tan brillante como la presentas, ni en su formalización ni en su conceptualización. Pero Eskenazi es mucho Eskenazi también. Y también da mucho gusto poder ser así de crítico con los grandes, gustillo este que muchos sólo nos lo podemos dar desde el anominato, ¿eh, anónimo número dos? ¡Que a mí me gusta mucho Eskenazi, leñe!.
...para quienes no sepan de que estamos hablando, puede verse en este enlace:
http://www.ddi.es/media/docs/Manual%20ddi-Boletín%201.pdf
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