anniechristian
Hace unos días escribimos y reseñábamos aquí Edu y yo un artículo en soitu.es sobre el reciente concurso para el logotipo de la Presidencia Europea, convocado entre estudiantes de diseño. Ha suscitado comentarios interesantes, pero me ha llamado la atención uno. Tanto que me lo apropio indebidamente, espero que no se moleste, lo suscribo plenamente y envidio la lucidez con la que afronta el tema. Es de anniechristian, que tiene un blog interesante que sigo desde hace tiempo. Me gustaría escribir tan sintético y preclaro como lo hace ella. Juzga tú mismo:
Cuestión de lógica:
¿Por qué a un estudiante se le llama estudiante? Porque aún está estudiando las habilidades y conocimientos que le convertirán en un profesional. ¿Qué es lo que se encarga? Un trabajo profesional, con su uso, exposición y servicio a un público y un cliente. Eso no quita que un estudiante particular pueda ser superior a un profesional particular, pero bajo esas reglas llegaríamos a conclusiones tremendas en cualquier sector.
Cuestión de normas:
Un diseñador paga a Hacienda unos impuestos al mes por la simple posibilidad de tener derecho a trabajar en su sector, luego la lógica nos dice que todas aquellas personas que no pagan esos impuestos no deberían tener derecho a acceder a los trabajos de ese sector.
Cuestión de responsabilidad:
Si se defiende que estos concursos sean cosa de profesionales, también se está defendiendo a los actuales estudiantes -que ahora creen verse perjudicados por algunas opiniones-, que una vez salgan de las escuelas verán como sus compañeros de posteriores promociones y menos preparados que ellos optarán a trabajos para ellos vedados.
Cuestión de respeto a los estudiantes, estudios y profesores:
Simplemente, considerar que un trabajo que representa al país estará mejor en manos de un estudiante que de un profesional significa negar el valor de los estudios, de los estudiantes y de los profesores y concederlo todo a la potencialidad del estudiante. Si se considera la posibilidad de que los estudiantes de primero de diseño están, en general, capacitados para la correcta realización de un trabajo profesional... ¿qué sentido tienen el resto de cursos? ¿y si lo llevamos al extremo de considerar que un estudiante de primero ya lo es cuando pisa el primer día el aula... el acto de matricularse dota de conocimiento?
Respeto al diseño:
En general, muchos de estos concursos no son más que actos promocionales y que se excusan en una mal entendida idea de democracia. Las bases nada suelen explicar de objetivos, intenciones, usos... el resultado se convierte en un dato: "se han presentado 6.000 propuestas", salen más baratos, por lo que trabajan en contra de la profesión... en fin, en este aspecto hay para dar y tomar.
Y lo dejo, que he tirado un buen ladrillo. ”
¿Por qué a un estudiante se le llama estudiante? Porque aún está estudiando las habilidades y conocimientos que le convertirán en un profesional. ¿Qué es lo que se encarga? Un trabajo profesional, con su uso, exposición y servicio a un público y un cliente. Eso no quita que un estudiante particular pueda ser superior a un profesional particular, pero bajo esas reglas llegaríamos a conclusiones tremendas en cualquier sector.
Cuestión de normas:
Un diseñador paga a Hacienda unos impuestos al mes por la simple posibilidad de tener derecho a trabajar en su sector, luego la lógica nos dice que todas aquellas personas que no pagan esos impuestos no deberían tener derecho a acceder a los trabajos de ese sector.
Cuestión de responsabilidad:
Si se defiende que estos concursos sean cosa de profesionales, también se está defendiendo a los actuales estudiantes -que ahora creen verse perjudicados por algunas opiniones-, que una vez salgan de las escuelas verán como sus compañeros de posteriores promociones y menos preparados que ellos optarán a trabajos para ellos vedados.
Cuestión de respeto a los estudiantes, estudios y profesores:
Simplemente, considerar que un trabajo que representa al país estará mejor en manos de un estudiante que de un profesional significa negar el valor de los estudios, de los estudiantes y de los profesores y concederlo todo a la potencialidad del estudiante. Si se considera la posibilidad de que los estudiantes de primero de diseño están, en general, capacitados para la correcta realización de un trabajo profesional... ¿qué sentido tienen el resto de cursos? ¿y si lo llevamos al extremo de considerar que un estudiante de primero ya lo es cuando pisa el primer día el aula... el acto de matricularse dota de conocimiento?
Respeto al diseño:
En general, muchos de estos concursos no son más que actos promocionales y que se excusan en una mal entendida idea de democracia. Las bases nada suelen explicar de objetivos, intenciones, usos... el resultado se convierte en un dato: "se han presentado 6.000 propuestas", salen más baratos, por lo que trabajan en contra de la profesión... en fin, en este aspecto hay para dar y tomar.
Y lo dejo, que he tirado un buen ladrillo. ”
en soitu.es, por anniechristian el 20/11/08 a las 10:34
4 comentarios:
Donde anniechristie dice "Cuestión de respeto a los estudiantes, estudios y profesores" tiene mucha razón. Pero paradójicamente son las escuelas las que nos animan a ir a todos estos concursos, a veces hasta te obligan, y eso sí, si un alumno gana que no falte la entrevista al profesor, y que el nombre de la escuela salga en todos lados, que hay que hacer caja.
¡Menuda sorpresa! No sólo estoy encantada con que lo reproduzcas y por el comentario, es que estoy hinchada como un pez globo.
Muchísimas gracias.
Acertado y bien expuesto comentario que me lleva a un buen blog.
Enlazado quedas
b-r-a-v-o
...y belén esteban al paro que no es periodista
y además es fea, chacha y me ca mu mal.
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