El País: Ahorcarse con la propia soga
[publicado originariamente en soitu.es, el 27 de mayo] Lo del El País no tiene nombre. Independientemente de los avatares por los que pasa Prisa, estamos asistiendo atónitos a cómo el diario de mayor prestigio y lectores de España se inmola colgándose con su propia soga. Lo último, la polémica suscitada por una serie de reportajes sobre la prostitución que ha salpicado a la propia Defensora del lector, que ha decidido ponerse del lado de la empresa para justificar, con argumentos chapuceros, una decisión destinada a conservar los sustanciosos ingresos derivados de los anuncios de contactos.
1 comentario:
Realmente me ha dolido la última frase de tu entrada, ya que pensaba emplearla yo en mi comentario. Ésa, y no otra, es la clave principal de esta polémica tan traída y llevada de un lado a otro.
Ya no se trata de hacer uso de una doble moral, sino de emplear, en cada caso, aquella que más convenga a nuestros intereses, ya sea doble, triple o pluscuamperfecta.
Todos nosotros, en mayor o menor medida, acabamos siempre por plegarnos a la adoración de falsos ídolos y, como a nadie se le escapará, el dinero es el más poderoso de todos ellos. Ante tan opulenta deidad, de poco sirven los principios.
Triste es el reconocerlo pero, por mucho que nos empeñemos en librarla, la batalla está perdida de antemano.
Un saludo.
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