
Yo también soy pirata (supongo)
Como verás, acabo de poner un banner/buscador de la listadesinde.net en este blog. He tardado un rato en decidirme a hacerlo. Sospecho que estoy contribuyendo con ello a negocios con los que no estoy de acuerdo, como es el de los que almacenan los archivos y cobran (premium) por descargarlos. Curiosamente, ni las entidades ni el ministerio hablan nunca de ellos, como si albergar y poner a disposición los archivos no fuera mucho más punible que informar sobre dónde están. ¿Te has preguntado alguna vez por qué? Es sencillo: esas empresas tienen la precaución de instalarse allá donde la justicia de los países no les hace ni cosquillas. La réplica entonces es patética: no pudiendo ir a por el infractor, mejor vayamos a por el mensajero. Es lo que tiene, que la gente de bien somos un chollo para el poder: pagamos los impuestos injustos y las multas aunque no procedan, sin rechistar.
Al final he decidido que sí. La posibilidad de que sin que medie denuncia ni juez pueda cerrarse cualquier web que quizá, a criterio de parte, vulnere la propiedad intelectual, merece una respuesta más allá de la firma de manifiestos. Y la de la autoinculpación ha demostrado a lo largo de la historia que es una fórmula válida ante determinados atropellos.
No creo que por ahí me vayan a entrar. Hace casi tres años que lo intenté con la publicación de este post, y ahí sigue, que ni siquiera me han mandado la cartita del abogado habitual en estos casos.
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