Recurrir al refranero y a los dichos coloquiales en publicidad está bien, pero hay que hacerlo con un poquito de rigor. Una compañía de seguros está usando las churras y las merinas (las ovejas, digo) y nos enseña a distinguirlas: "esto es una churra, esto es una merina...". También el club de creativos tira por esa vía, con su campaña "velocidad y tocino, unidos por el cdec". A ver, que ni una ni otra pasarán a los anales de la creatividad, pero la publicidad chisposa también tiene que existir...
¿Cuál es entonces el problema? Pues que ya que echamos mano de los dichos populares, hagámoslo correctamente: las churras y las merinas, no es que no se distingan o se confundan, sino que se mezclan. Por contra, el problema de la velocidad y el tocino es que se confundan, no que estén unidas o separadas. Así que desde aquí propongo a los creativos chisposos de uno y otro engendro, que intercambien los refranes o los clientes. Que así no hay quien se aclare.
Este blog está discontinuado
Hola. Este blog ya no se actualiza. Pero me pareció bien que todo este material siguiera estando ahí. Por si alguna vez alguien quiere leerlo, y por contribuir a la basura informática.
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Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.
2 comentarios:
Propongo llenarles de "churras y merinas" el correo donde reciben las marcas; como ocurrió con el concurso de los móviles en la Laboral. Aunque, en este caso, cualquier marca será mejor que la que tienen, por lo que igual ni se dan cuenta.
SGAE, fundación Autor, Vegap... todas nacidas bajo el mismo sol.
Buscar en Wikipedia España a Picasso, y luego en la de otro país. Eso es lo que defienden estos señores, ponerles puertas al conocimiento (muros, más bien)
en uno u otro caso
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