
El miércoles dos de julio presentan en el matadero un libro dedicado a Roberto Turégano. Espero que se lo hayan dejado diseñar a él [es el mejor en eso]. Porque las publicaciones del Centro de Diseño son casi siempre de escalofrío. El Roberto diseñador y el Roberto persona son de lo mejor que tiene esta profesión.
Por eso me parece un insulto la invitación que han mandado. En el bloque de texto, aparece ninguneado (se supone que es el homenajeado). Ni siquiera se le da el tratamiento de "Don", que lo merece mucho más que los dos mediocres esos que no se cortan y hasta se ponen el nombre en negrita. Como en las bodas cutres, el sitio bueno para el que paga el convite. Las actitudes de estos diseñadores políticos y estos políticos del diseño con que nos toca lidiar son de vergüenza ajena. Al final, uno no sabe si alegrarse por Roberto, o lamentar que a él también le utilicen para el jaleo mediático, ese que tanto prodigan para esconder su incompetencia.