[publicado originariamente en soitu.es, el 5 de septiembre] Una campaña sin firma nos advierte de la inconveniencia de usar tanta bolsa de plástico. Todo lo que se haga es poco ante un problema real y enorme, del que debemos concienciarnos. Hasta ahí perfecto... pero no todo es blanco ni negro. En el asunto de las bolsas los intereses cruzados son, como casi siempre, económicos. Valga que si de todo esto resulta que acabamos usando menos bolsas de plástico, el resultado será positivo. Pero eso no quita para que nos interesemos acerca de quién se está jugando el dinero en esto, y hasta qué punto las verdades a medias pueden ser muy rentables cuando los argumentos nos tocan la fibra. O el planeta.
Hace unos días aquí mismo comentábamos lo que podía haber debajo de la campaña aparentemente inocente de Coca-cola, en la que tras argumentos de sostenibilidad y eficiencia medioambiental se escondía un problema de distribución. Algo parecido puede estar sucediendo con las bolsas.
Estamos viéndolo en televisión y algunas ciudades han sido literalmente empapeladas con el "bolsa, caca". De la campaña, desde el punto de vista técnico, hay poco que decir: producción de bajo coste, argumentos básicos —y con ello, contundentes—, y un slogan que de zafio que es puede resultar hasta eficaz. ¿Quién está detrás? Aunque por hechuras tiene pinta de campaña institucional, la firma una web llamada echaleunamanoalmedioambiente.com. Al entrar en ella nos encontramos que en realidad estamos en una web de Carrefour, la primera cadena de distribución que, con enorme ruido mediático, ha empezado a eliminar las bolsas desechables en sus grandes superficies. [seguir leyendo]
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