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20.12.11

De por qué los concursos de diseño son un mal negocio para los que se presentan, y muy bueno para quienes los convocan

Podrían coleccionarse los argumentos para defender los concursos de diseño: que si son una gran oportunidad para los estudiantes y los diseñadores más jóvenes, que si la dotación (en ocasiones) es mayor que lo que se pagaría a un diseñador si se tratara de un encargo....

Los concursos son un negocio sólo para el que los convoca, a partir del trabajo gratis de los que participan. Las expectativas de ganar son absurdas, a la simple estadística hay que añadir que los jurados son una caja de sorpresas que se rige por argumentos subjetivos cuando no directamente peregrinos, y en los que las variables –los intereses del pagano, la estulticia de algún miembro del jurado que distorsiona la opinión del resto...– pueden llevar el resultado a lugares sorprendentes. Y lo digo con conocimiento de causa, que en algunos he estado.

A la búsqueda de argumentos que avalen estas tesis, creo haber encontrado uno que no he utilizado aún. ¿Cuánto cuesta un concurso de diseño? ¿Quién lo paga?

Me he permitido coger, a modo de ejemplo, el que parece que se está convirtiendo en el concurso estrella en nuestro país: el Francisco Mantecón, que organiza Terras Gaudas. 16000 euros repartidos en tres premios y un accésit, reconozco que está bien dotado.
Quiera el lector imaginar las cuentas por mí en lo restante: convocar y agasajar a un jurado de popes del diseño que se dejan querer (¿cobran por ello?, no lo sé, espero que sí), logística, una comunicación bien planteada, exposición posterior, entrega de premios por todo lo alto... ponga usted la cifra que desee. Hay que reconocer que no escatiman en gasto ni en ruido. Del mismo modo que convendremos en que en ellos recae el beneficio: ni en los diseñadores –más allá de los ganadores– ni en el diseño.

Ahora bien, esos son los costes del organizador. Pero veamos cuales son los costes reales. Este año se han presentado 2100 piezas de 54 países. No consta el dato de cuantas de acá y cuantas del extranjero, en la edición anterior superaron el cincuenta por ciento... démoslo por bueno. Mitad y mitad.

Hay que presentar el cartel sobre soporte rígido en 50x70. Hemos buscado en papelesespeciales.es y cada cartón pluma cuesta cuatro euros.

También hay que adjuntar el archivo en un CD: Cuesta 0,60€ en fnac.es.

Vayamos con el envío. Para los participantes españoles el comparador de precios mensajerialowcost.es nos dice que costará unos diez euros, y 39€ para los extranjeros. saquemos como media 24€ por envío.

Habrá que hacer un plotter, afortunadamente es un coste que ha bajado mucho en los últimos tiempos, en zonaplotter.com cuesta doce euros, plastificado y todo.

Recapitulando:
  • Cartón pluma: 4€ por 2100 = 8400€
  • Soporte CD: 0.60€ por 2100 = 1260€
  • Gastos de mensajería: 24€ por 2100 = 50400€
  • Plotter: 12€ por 2100 = 25200€
Lo sumamos todo y nos damos cuenta de que los diseñadores hemos invertido en unos premios a beneficio de la imagen de una compañía la friolera de ochenta y cinco mil doscientos sesenta euros (85260€). Sí, catorce millones ciento ochenta y seis mil setenta de las antiguas pesetas.

Por no mencionar el tiempo empleado, podríamos hablar de que si cada aspirante ha dedicado cuatro horas a su cartel, cobradas a precio de empleo-basura, pongamos diez euros la hora, son cuarenta euros por 2100 participantes... pero no, eso sería hacer demagogia.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Álvaro, todo esto queda muy bonito y tal pero, en que se diferencia este concurso del otro en el que estuviste de jurado?

José Crespo dijo...

Señor Sobrino:
¡Qué barbaridad!
En comentarios como el suyo, se nota el daño que hace la crisis en el tiempo de las personas. Cuanto más tiempo inactivo (en su caso ¿será la crisis económica o creativa?) más tiempo para pensar chorradas, para escribir chorradas. ¿A usted le parece serio el análisis que hace sobre el Mantecon? o ¿es pura envidia?

José Crespo

Alvaro dijo...

Gracias, José por tus argumentos. Un poco más "inactivo" ya me gustaría estar...

Isabel gonzález dijo...

Pues a mi me parece un estudio serio, coherente y objetivo. Calcular gastos para saber lo que cuesta un proyecto es algo que todo el mundo entiende. Estoy segura que es lo que hace (y debe hacer) el Sr. Mantecón para saber lo que debe pagar a sus empleados o fijar el precio de sus vinos. Como buen empresario comprenderá el análisis. Salvo que los gastos y el trabajo ajeno no los considere importantes. Desgraciadamente es lo que ocurre en la mayoría de concursos; quizá lo serio es que cientos de persona trabajen sin cobrar para que al final, dicho trabajo, se tire a la basura. Y muchos diseñadores estemos equivocados en querer, como cualquier profesional, cobrar por nuestra labor.

Matthias dijo...

Ya, pero entonces que es la lotería?
Dentro de lo que cabe, este concurso me parece un ejemplo de un concurso que puede merecer la pena. Según mi opinión las ganadores suelen tener un buen nivel. Esta claro que con 2500 propuestas esta díficil de ganar.

Paula dijo...

No tengo el placer de conocerle, pero por lo que comentan, usted también ha participado como jurado en algunos concursos.

Además, la revista que también usted trabaja, convoca concursos. ¿En los Premios Visual la gente no emplea su valioso tiempo, ni el escaso dinero que pueden poseer, para hacerle llegar sus obras?

Desde mi ignorancia, estoy convencida que usted sabe donde radica la diferencia, pero yo me quedaré con la más sencilla: el Mantecón tiene una dotación económica (muy importante para los tiempos en los que estamos) y su revista es un sencillo (y seguramente muy cuco) trofeo que implica la aceptación de la siguiente base: " Los libros quedarán en poder de la organización, que se reserva el derecho de reproducirlos fotografiados en el catálogo y material informativo de los premios, y utilizarlos en la eventual exposición".

Dígame, ¿ustedes no sacan ningún beneficio al respecto? Imagen ¿quizás?

Igualmente, creo que la participación es totalmente libre, y cada uno decide en qué desea invertir su tiempo.

Como en todo en esta vida Señor Sobrino, hay ganadores y perdedores, y creo que su post es una manera simplona de no saber aplaudir un buen trabajo. Un saludo, Paula

Alvaro dijo...

Hola, Paula, gracias por tu comentario. No te fíes del todo de los comentarios anónimos. Hace más de 15 años que no participo en jurados de concursos no remunerados, a excepción de uno en que dos miembros del jurado exigimos previamente que el resultado no sería vinculante y que se convocaría después un concurso de participación remunerada y restringido, que es la fórmula que llevo defendiendo años, que defiende la revista en la que trabajo y la asociación en la que "trabajo" también. Era una Universidad Pública y así se hizo.
Por otra parte, es importante distinguir concursos (para los que de manera especulativa los diseñadores realizan piezas exprofeso sin cobrar por ellas) y premios, en los que se presentan piezas que han sido ya hechas, que pagó un cliente, y que en cada caso el diseñador valora si presenta o no, pero que ya tiene hechas. Esos premios suelen tener cuota de inscripción para sufragarse (no es el caso de los de la revista Visual) y si no se devuelven las obras es porque son copias impresas o ejemplares, no originales, y supondría unos costes añadidos de logística y transporte que obligarían a cobrar inscripción, que es lo que se trata de evitar.
Es posible que Visual a cambio de organizar y financiar esos premios obtenga un beneficio en imagen (completamente lícito), pero también hay que decir que una revista como la nuestra no contempla inversiones cuantiosas en imagen, nuestras motivaciones evidentemente son otras.

Anónimo dijo...

-Es mejor no intentar ganar premios, los premios dan prestigio y el prestigio da beneficios, pero no hay que fiarse. Los premios los otorga un tribunal basándose en lo conocido, es decir basándose en lo que está de moda. Por eso nunca gana el mejor. Si usted es altamente creativo no participe, nunca ganará nada; me he presentado a muchos y sé de lo que hablo.
Si usted cree que es un buen diseñador ó, mejor aún, si tiene la percepción de que es el mejor en su campo, sea fiel a su trabajo, déjese de concursos que no van a ningún sitio y tendrá más posibilidades de crear algo eterno con lo que tendrá más posibilidades de éxito y trabajo bién remunerado.

Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.