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2.2.12

El entierro del diseño de la sardina

Sin haberse apagado el fuego del logotipo para la candidatura olímpica, estalla también el asunto del cartel de carnaval. Si de ésta los que mandan en Madrid no se replantean lo del diseño en esta ciudad, entonces es que ya no tiene remedio.
El cartel ganador del concurso, obra de Fernando Jiménez Sánchez, había sido presentado anteriormente con pequeñas diferencias al concurso para el Carnaval de Lleida, quedando finalista.
Sigamos la secuencia de los hechos. Al principio, desde el Ayuntamiento intenta minimizarse la polémica, y un portavoz de la Concejalía de las Artes manifiesta que el cartel es original e inédito.
Unas horas más tarde, rectifican afirmando que el cartel no es inédito. En un alarde de estulticia, manifiestan que ese diseño no se utilizará y que el propio Ayuntamiento diseñara uno nuevo, que no costará nada.
Enseguida, los autores manifiestan que no devolverán los 4000 euros del premio.

En otras ocasiones ya he manifestado lo que opino de estos concursos. Y al tiempo, no recuerdo haber escrito nunca sobre los que se presentan a ellos. Me parece que desde el colectivo de diseñadores hay que ser enérgicos en la protesta mientras los concursos indiscriminados se sigan convocando. También creo que los diseñadores no debemos prestarnos a participar como jurados, y en la medida que se pueda, cuando nos llaman, intentar reconducir el concurso hacia una solución que no resulte peyorativa ni denigrante para la profesión. Pero mientras existan estos concursos –y seguirán existiendo–, la decisión de presentarse es individual, y por ello debe respetarse aunque no se comparta. Hay que pensar que los estudiantes pueden considerar estos concursos como una vía de conseguir trabajo –y vista la precariedad laboral que hay en los estudios, poco podemos los profesionales echarles en cara–. De alcanzar cierta notoriedad y enriquecer el portfolio. Y por qué no, de aspirar a llevarse el dinero del premio.
Me gusta menos cuando son los profesionales que ya está en el mercado quienes se presentan, como es el caso. Con ello se invalidan los argumentos colectivos e individuales en contra de esta práctica. Ahí cada uno debe medir su compromiso con la profesión, donde pone el listón de la ética y en cuanto valora su trabajo y la no conveniencia de entrar en procesos especulativos de contratación. Porque al final, un concurso sustituye a un encargo, es una mala vía de contratación. Insisto, son opciones individuales que no hay que compartir, pero que no deben –yo, al menos me resisto a ello– denostarse en público.

Pero este caso es distinto

 En las bases del concurso de Lleida se especificaba claramente que "la imagen del cartel ganador y la de los diez finalistas de cada convocatoria se publicarán en la revista de Fiestas del Otoño, editada por IMAC del Ayuntamiento de Lleida".
En un concurso, las bases son un contrato que obliga a las partes. Los participantes, por el hecho de serlo, asumen ese contrato. Cuando el diseñador Fernando Jiménez Sánchez participa en el concurso de Madrid, está cediendo unos derechos que no le pertenecen, porque ya los cedió al presentarse y quedar finalista en Lleida. Desde el punto de vista legal, espero que sus abogados le asesoren bien y le aconsejen devolver el dinero. Si lo hace no habría mucho problema, pero si no lo hace, el Ayuntamiento puede denunciarle, no ya sólo por la apropiación indebida de la cuantía del premio, sino por los perjuicios ocasionados a su imagen, e incluso por los economicos que se hayan derivado del fraude que supuso ceder aquellos derechos de los que no era titular: gastos de adaptaciones a formatos y soportes, impresiones en el caso de que hayan existido, etc. Es más, y ya como ciudadano de Madrid, animo, diría que exijo al Ayuntamiento que se lo reclame, que ese dinero no sale ni del bolsillo del concejal ni del Ayuntamiento, sale de los impuestos que pagamos.
Más allá del asunto legal, me preocupa más el ético y el estético. Aunque no esté de moda, sigo pensando como antaño he oído decir a los diseñadores mayores que cuando hacemos un diseño, aunque nos pague un cliente trabajamos para las personas sobre las que incidirá. En este caso, para los ciudadanos de Madrid. ¿Es ético darles como diseño el cartel que no quisieron en Lleida, máxime cuando es un dato público que se acabará sabiendo?.
Una vez estallada la polémica, cuando el asunto trasciende la relación cliente-proveedor/concursante, se quiera o no el diseñador está representando al colectivo profesional. No puede darse por bueno –aunque haya quien lo hace– que los diseñadores nos dedicamos a reciclar trabajos fallidos, no puede darse por bueno que nuestra praxis consiste en jugársela al cliente si se deja, no puede ser bueno que se piense que aunque nuestro trabajo no cumpla los requisitos necesarios para su utilización, por incapacidad o maldad nuestra, no asumimos esas responsabilidades... y todos estos elementos se dan en el caso que nos ocupa.
A mí personalmente me da igual donde tenga puesto el rasero ético este señor, es su problema. Pero sí quiero dejar bien claro que no todos los diseñadores actuamos así. Que no quiero que se me compare ni se me incluya en ningún grupo ni categoría con él. Porque no basta con ser buen grafista, hay que ser profesional. Y éste, no es de los nuestros. Al menos, no de los míos.


20 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Álvaro, sigue asi, excepcional.

Anónimo dijo...

fenomenal todo, los sagrados derechos de los diseñadores están a salvo.
sólo apuntar que la polemiquilla de amargados que habéis montado le cuesta al ayuntamiento de madrid (o sea, a todos nosotros)60.000€ en materiales impresos que se van directamente a la basura.
sabes qué va a pasar el año que viene? que ni concurso ni leches, se lo van a encargar a "mi sobrino que sabe photoshop" por 5000€ y a tomar por saco.
pero lo importante es que te hayas quedado a gusto.

Anónimo dijo...

a Anónimo: ¿la polemiquilla de amargados que habéis montado? eso es un #mataralmensajero en toda regla. Desgraciadamente esto le cuesta a los madrileños, y no al ayuntamiento ni al concejal, como dice el artículo. Si sabes que son 60.000€ debes estar cerca... pues diles que mientras sigan considerando el diseño como arte floral, esto y lo del logo olímpico es lo menos que les puede pasar. Echar la culpa a los que protestan es muy pepero... que les manden a los antidisturbios a estos diseñoflautas...

Anónimo dijo...

pues tienes razón, estoy cerca y he visto a gente totalmente de buena fe que se ha comido el marrón más por desconocimiento que por otra cosa, y que ahora con la de peperos que hay por aquí, ansiosos de cerrar departamentos de arte y cultura en cuanto tengan el mínimo pretexto, se van a quedar en la calle.
hay que asumir que se acabaron los tiempos de los encargos chachi y de cobrar los artes finales a 300€ y el que no lo entienda va listo.

Anónimo dijo...

Anónimo1: según tu deberíamos callarnos para que los funcionarios que conoces en el Exmo. Ayto. sufran menos

Anónimo dijo...

lo que me han comentado amigos de amigos son mas de 100mil que se van a la basura y van a cancelar eventos por esto. si los echan bien se lo merecen.

Anónimo dijo...

Ostras Álvaro! cualquiera que le lea pensará que es usted un grandísimo diseñador. Y también se atreve a dar lecciones de ética!
Componer la tipografía como lo hace usted, basta para que yo también reivindique que usted no es de los nuestros.

David Soto dijo...

Muy buen artículo álvaro, das en el clavo como casi siempre.
A aquellos que comentan como anónimos tengo que decirles que pierden toda la credibilidad que creen, puedan tener sus palabras.

Alvaro dijo...

Hola, anónimo. La buena fe y el desconocimiento no pueden ser argumentos para justificar un trabajo mal hecho. Si se quedan en la calle la causa sería esa, que no lo han hecho bien, nunca el que los jefes (sí, los jefes, los que pagamos impuestos para que ellos hagan bien su trabajo y se les remunere por ello) lo digamos. Quizá haya argumentos en contra que demuestren que los equivocados somos nosotros y ellos tienen razón. Yo no los he leído, ni aquí ni en ningún otro sitio. En cualquier caso, gracias por tus comentarios.

Anónimo dijo...

Hay una cosa que no entiendo: ¿cobró el diseñador algo por ser seleccionado en Lleida?... porque si no cobró nada y el cartel no fue usado, no entiendo qué tiene de malo utilizar un trabajo hecho para otra ocasión similar. El cartel es poético y sugerente. Me pregunto qué hace un pez en Madrid, pero es gracioso y está muy bien ejecutado. Por otro lado, alucino con las rencillas que tenéis entre diseñadores. Desde fuera se ve como una pelea de gallitos y da muy mala imagen la verdad.

Fran Rosa dijo...

Hay una imprecisión en tu artículo, y es que nunca cedieron los derechos al Ajuntament de Lleida, porque por lo que se puede leer en las bases, únicamente el ganador cede esos derechos. Aunque eso no quita que invalide el diseño para presentarse al nuevo concurso.

Sobre lo de los gastos hay que tener en cuenta que el diseñador ha declarado que el Ayuntamiento de Madrid conocía la condición de finalista en el concurso anterior antes de hacer las adaptaciones. En cuyo caso, esa parte, sería responsabilidad suya y no del diseñador. No hay por qué pensar que miente.

Reutilizar elementos es algo más peliagudo. Yo coincido en que no es la mejor práctica. Pero creo que es razonable en trabajos no utilizados. Yo puedo reusar un icono si finalmente no acabó formando parte del proyecto para otro cliente, no así si ya ha sido usado. A ese respecto, yo que trabajo en web, me he enfadado mucho cuando compañeros de trabajo han usado elementos que yo he diseñado para un proyecto en otro. Es totalmente deshonesto. Pero si no se ha usado, yo creo que se puede reutilizar, suponiendo que valga para otro cliente, cosa que pasa muy poco. Una cosa es vender un trabajo dos veces, otra aprovechar un elemento de una propuesta rechazada. Ese uso no descalifica a nadie como diseñador.

Eso suponiendo que alguien esté en posición de descalificar a un colega de profesión, cosa que no creo.

Un Profesional dijo...

Hay cosas con las que estoy de acuerdo, como lo de los concursos, y otras con las que no. Independientemente de lo que resuelva un juez si se diese el caso, pones en duda la ética y la profesionalidad de un compañero al que no conoces de nada.

Podrá parecerte mal lo que se ha hecho con el cartel y estar en contra de eso. Yo no lo estoy en según que casos, y sé de muchas agencias y estudios que en lo relativo a concursos no tienen tantos remilgos para hacer exactamente lo mismo.

Pero con lo que no estoy de acuerdo es con ese párrafo último que has puesto en negrita. Yo, prefiero estar en el bando de los diseñadores como Fernando, al que has tratado de una forma bastante soberbia, a estar entre los tuyos; un bando arrogante y soberbio.

bilbaíno dijo...

Me entristece como profesional, ver como se politiza todo. Incluso este personaje de Barcelona, que representa a una gran institución catalana de arte, comete el tremendo error de politizar uno de los carteles de carnaval mas originales conocido en España... No hay mas que leer su primer párrafo para verle el plumero político donde intenta ridiculizar al Ayuntamiento de Madrid y sus diseños. La segunda técnica sucia que utiliza es recortar a su conveniencia la parte superior del cartel ganador, donde aparecen una especie de farolillos que constan en el de Madrid pero no en el de Lleida. Es decir manipula el cartel para que pueda tener mas parecido del que tiene. Una verguenza que los artistas se politicen. Una verguenza que el señor Alvaro se haya distanciado del arte y manipule

Anónimo dijo...

Hola Alvaro Sobrino,
me parece que desconoces la explicación que ha dado el autor del cartel en Domestika: http://www.domestika.org/foros/9-diseno/hilos/90068-curioso_parecido_entre_dos_carteles_de_carnaval?page=1
Es muy respetable tu postura respecto a los concursos, aunque no estoy de acuerdo, pues no todos están planteados de la misma forma... bueno, esto daría para hablar mucho. En cualquier caso sólo quería decirte que con posts como éste (sin contrastar) puedes hacer mucho daño a tus compañeros de profesión. Una cosa es tener una guerra personal en contra de alguna asociación en concreto (en cuyo caso pienso que lo mejor es hablar las cosas de manera civilizada), y otra atacar públicamnete a un compañero que intenta hacer su trabajo sin hacer mal a nadie. Con todos mis respetos, esta manera de actuar pienso que sí daña al diseño de nuestro País. Me parece que alguien tiene que decirte que no se puede ir así por la vida.

Cristina Vergara

Anónimo dijo...

"Cuando el diseñador Fernando Jiménez Sánchez participa en el concurso de Madrid, está cediendo unos derechos que no le pertenecen, porque ya los cedió al presentarse y quedar finalista en Lleida."

Usted MIENTE y usted demuestra ser un IGNORANTE. El único que cede los derechos es el ganador, LÉASE LAS BASES.

Un trabajo no publicado es un trabajo inédito POR DEFINICIÓN.

Usted lo que debe perseguir son LOS CONCURSOS y no a los diseñadores, porque estos desacreditan la profesión y hacen que 50 peronas trabajen gratis a cambio de nada.

Y no solo eso, sino que encima ahora se les exije que después de perder en el concurso, tiren su trabajo a la basura y no puedan volver a presentarlo.

ES USTED UN IMPRESENTABLE.

Anónimo dijo...

si el cartel no ganó ni se cedieron los derechos el diseñador tiene todo el derecho a presentar el diseño otra vez.
que ustedes, que se sienten moralmente superiores, no lo harían es otro asunto.
me alegro de que les vaya tan bien, para muchísima gente 4-5 mil euros de un concurso suponen p.e. pagar el iva de enero.
no obstante, que el ayuntamiento tenga que tirar dinero me revienta, en la duda yo hubiera descartado el cartel.

Anónimo dijo...

Por cierto veo que usted carga muy facilmente contra un compañero de profesión sin cortarse un pelo.

Pero he buscado y rebuscado y no he visto NI UN SOLO TRABAJO SUYO para comprobar con qué autoridad habla usted sobre "diseño".

Me da que usted no tiene "autoridad" alguna más que la de manejar una asociación.

Mucho lirili poco lerele.

Anónimo dijo...

Cuando uno se presenta a un concurso en el que en las bases dice "la imagen del cartel ganador y la de los diez finalistas se publicarán en la revista de Fiestas del Otoño, editada por IMAC del Ayuntamiento de Lleida", está cediendo unos derechos de reproducción si queda finalista. Y cuando esa reproducción se produce, deja de ser inédito. Como han dicho algunos aquí, aunque ellos no lo hayan hecho, hay que leerse las bases.

Anónimo dijo...

Álvaro,

Después de leer tus palabras y ver como de manera gratuita te dedicas a ridiculizar y descalificar en la red a uno de nuestro compañeros (ya que yo así lo siento) me he animado a consultar los trabajos y el curriculum de los autores del cartel, (y eso que yo no soy periodista) que por cierto considero magníficos, (no es la obra de un patán como tampoco lo son los profesionales que le premiaron). Después me he aventurado a consultar tu curriculum, y me gustaría que nos enseñaras a todos los trabajos por los que te calificas de diseñador gráfico, a ver si se puede decir lo mismo (cosa que hasta el momento no pongo en duda). Del mismo modo, y ya que te presentas como crítico de arte y periodista, decirte que antes de colgar nada deberías cerciorarte de que el cartel que has colgado se corresponde con el premiado y mostrado en la red por el Ayuntamiento de Madrid, le has mostrado manipulado, (parece que te moviera algún tipo de interés, quizás el de notoriedad?). Y tercero decir, y así lo pienso, que como presidente de de una asociación deberías medir más tus palabras, espero no cruzarme jamás contigo en mi carrera profesional ya que me das miedo y me siento muy orgulloso de no pertenecer a tu asociación!!!
Veo que estás muy preocupado por lo que nos ha costado a todos los MADRILEÑOS, cosa que comparto, y que no hubiese ocurrido si no se hubiese impugnado una obra que yo considero original e inédita al ser distinta, y tu como critico de arte deberías saber de estas cosas.

Animo a todos los currantes y profesionales del sector.

Anónimo dijo...

Alvaro al leer tus palabras perece que el único que paga impuestos en este país fueras tu y los "jefes"!!!! de todos modos estate tranquilo que en este caso ha salido del bolsillo de los trabajadores Madrileños que aunque no sean jefes también los pagan.

Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.